El camino
A las 7:30 am estuvimos dispuestos en el desayunador del hotel (en Fiambalá). Con esa ilusión que uno tiene antes de una excursión, la cual duraría casi 10 hs.
Íbamos a la altura, por lo cual,
agua y poca comida.
Las camionetas 4x4 se acercaba como abejas
al panal buscando pasajeros. Preguntó por nosotros un joven.
Soy Jesús. (que suerte pensé) voy
a ser su guía. Nos subimos a nuestro carruaje y luego de los buenos días mi
pregunta:
¿Llevan equipo de oxigeno?: Si
señora, siempre y también llevamos radio porque en el camino NO hay señal de
celular.
Nuestro guía, era joven, callado y
con una paz que coincida con su nombre. Cerca del hotel y antes de tomar la
ruta, se subieron dos pasajeros más, 5 en total en la camioneta, y así pusimos
rumbo a semejante lugar. Son 90 km de pavimento hasta llegar a un cruce donde
el desfile de camionetas dobla a la izquierda para hacer 95 km más en ripio y
en subida.
A pocos kilómetros me di cuenta
que más que un guía, necesitábamos alguien que supiera manejar mucho y bien en
esa geografía. Que tomara en cuenta las paradas (no menos de 8 o 9), para ir aclimatándonos a la altura y si además podía contarnos algo de lo que veíamos mejor.
La RN 60 que es la ruta de los
Seismiles, como les comenté en otro post, tiene no menos de 5 refugios,
equipados para pasar una noche o temporal. Lo que no tienen esos refugios es
baño, asique estimad@s lectoras/res imaginarán que en algún momento y por
consejo de Jesús dispusimos y organizamos como ir al baño, así…a lo rústico (nos toco un día con muuucho viento) , antes
de tomar la ruta de ripio.
El paisaje es alucinante,
penitentes, lagunas de altura de tres colores, flamencos (lo contaré en otro
post) pero si están pensando en un cafecito, en comer un bocadito les aviso…No
hay lugar donde hacerlo,porque lo único que hay es la belleza del paisaje y lo que llevan en las mochilas de cada viajero
Si leyeron el post de Viajero,Turista o Wanderlust entenderán el porqué de esta nota.
Continuará….