Ramen?? Si Ramen!! dijo el Joven Chef de la familia.
Obvio que lo tenia pensado, en el viaje resonaban frases como "Podríamos probar una comida diferente", "Ya que vamos a estar cerca de Belgrano...", "Ya que seguro vamos al Barrio Chino", y ya que, ya que.... y llegó la noche.
Dialogo Familiar:
El Chef: Cenemos Ramen. Yo les digo donde
Nosotros: Todo tiene un límite y además un precio...
El Chef: No importa lo que digan, lo compartimos y listo.Vamos!
Al costado de la estación Belgrano C, del Ferrocarril Linea Mitre (CABA) y al final de la calle principal del Barrio Chino (Arribeños o Echeverria 1677 según la pagina del lugar donde comimos, Orei), hay un mundo paralelo, un lugar que podría definir como en Harry Potter...... plataforma 9 3/4..
Una calle pequeña, con banderines, adornada con luces, arte callejero y donde todos están comiendo. En la vereda, algunos parados, otros llevan sus sillas de playa, en el piso (literal), vestidos para la ocasión, tomando brebajes de moda y... comiendo Ramen.
Es "El" plato.
Se acercan a los puestos a realizar el pedido deseado, pagan y luego de ser llamados por "sus nombres", regresan con unos potes parecidos a los de helado de 1kg pero de otro material. Acompañados de palitos chinos o cubiertos descartables (lo que ellos quieran) y con una cara tremenda de felicidad degustan su elección (Para mi... sopa).
Pensé en la película Kung Fu Panda y su felicidad por el perfume de la cocina de su padre. Pero después pensé que diría mi heroína Mafalda (de Quino), luego de haberme acompañado en tanta batallas enfrentando juntas la sopa.
Acepté que los orientales le encontraron la vuelta. No importa la edad... vas a comer sopa.
Me sorprendió, me gusto, encantó, deleitó: la movida, la gente, el lugar, la onda.Y además todo tenia sabor a vacaciones y aventura!
Perdón Mafalda, pero es muy rico!
Viajando data
Claudia