Pero no sólo los niños cayeron bajo el conjuro de Harry Potter; esta adulta que soy esperó también con ansiedad, a lo largo de 7 años, la salida de cada libro y el estreno de cada película por lo que, obviamente, al planear el viaje a Londres, varios eran los destinos relacionados con su historia.
Uno de esos destinos fue Saint Pancrass, de donde, además, debíamos retirar los tickets de Eurostar para cruzar a París, a una velocidad increíble y por debajo del agua!! Habíamos sacado los pasajes por internet, buscando el precio, la ubicación, el día y la hora más convenientes; consejo: el cruce es caro, pero si toman el tren que sale a las 5 AM, el costo se reduce a la mitad.
Saint Pancrass es una bellísima estación que vista desde afuera parece una iglesia y por dentro luce impecablemente limpia. Desde allí salen trenes hacia toda Inglaterra y ofrecen toda clase de servicios desde horas muy tempranas.
Pero volvamos a la magia: llegadas a la estación, dimos varias vueltas buscando el carrito en el que pudiéramos cargar nuestro baúl y nuestra lechuza… y mágicamente (que de eso se trata…) dimos con el lugar exacto: el andén 9 y ¾! Sí, mi querido viajero, contra todos los pronósticos de quienes no creen en la existencia de la magia y los magos, de los hechizos y los hechiceros, miles de adultos de variada edad y nacionalidad damos fé de que en un lugar apartado de King's Cross existe ese sitio asombroso en el que tu carro puede atravesar la pared…
PD: me pregunto… si jugar es TAN divertido, porqué los adultos solemos arruinar la diversión…?