6893, 6882, 6080, 6683…

El título no hace alusión a ningún cbu ni número de móvil, ni estoy contando ovejitas para dormirme… Aunque bien podría estar contando vicuñas en el paisaje de los Seismiles. Son las alturas de los picos de la ruta que estamos por hacer. Claudia (una de las Viajando Vivo) había estado unos meses antes, en el Balcón del Pissis y ya nos venía entusiasmando, los viajeros que seguimos en redes hablan maravillas de la zona, y a nosotros que nos encanta el Norte y hacer kilómetros mientras admiramos a nuestra bella Argentina, acá estamos: en la Ruta de los Seismiles. 

Desde Tinogasta (ver A Catamarca, otra vez) desayunamos temprano, vimos algunas nubes pero no llovía, en nuestro plan trazado desde casa , ese era el día de hacer los 247 km por el camino de los volcanes y picos más altos de América. Voy a hacer un relato resumido del viaje, porque fueron 247 km de ida y 247 km de vuelta, de pura mandíbula caída admirando la inmensidad y asumiendo nuestro nanotamaño en el universo. 

 Primera parte ruta hasta Fiambalá, luego rotonda y salida hacia la derecha donde el cartel anuncia : Chile. 

 Curva, contracurva, marrones, verdes, ocres, amarillos, rojos, y más ocres. Quebradas, valles, estepa, vicuñas, zorros. Gente de Vialidad haciendo obras, asfalto en perfectísimo estado. Después de un rato de camino sinuoso, se abre la inmensidad, primera vez en mi vida, que la asumo en vivo y en directo.

 Los picos de los Seismiles nevados, enmarcando la llanura. Nadie, nos cruzamos en todo el trayecto ida y vuelta con unos 10 autos. No señal de celular. Inmenso y solos. No soy andinista, pero por un rato y cobijada del viento y de los -15ºC adentro del Ford K, entendí lo que cuentan de sus sensaciones de inmensidad… escribí muchas veces “inmensidad” porque es lo que sentí y ningún otro sinónimo lo describe tan bien. 

 Hotel Cortaderas a mitad de camino, único servicio en todo el tramo para calentar agua, ir al baño, tomarse un cafecito. No hay combustible: no te olvides de llenar tanque en Fiambalá porque a no ser que estés por ganar el premio nobel por hacer andar el auto con orina, no vas a tener como abastecerte. 

Siempre andando despacio, la altura se hace sentir, un poco de dolor de cabeza y esa sensación rara en el pecho, que en mi caso se mezclaba con la fascinación por la vastedad del lugar donde estaba.

 Llegamos hasta Las Grutas, el Paso San Francisco estaba cerrado aún por la pandemia, bajamos 10 segundos, sacamos fotos, charlamos con el gendarme y emprendimos el regreso. Para que tengan en cuenta: no hicimos el Balcón del Pissis, para ello hay que ir sí o sí con camionetas 4x4 y guías locales (ver Hacia el Balcón de Pissis y ..más allá (I)), nosotros solo hicimos la ruta asfaltada. Y tuvimos zonas con grandes (muy grandes) ráfagas de viento que arrastraba mucha arena. Cuando nos cruzamos en una parada con uno de los guías de una travesía al Pissis, nos dijo que casi suspenden la excursión por el viendo Zonda que azotaba. Tal vez estuvimos un poco inconscientes , o no, no sé, pero antes de salir, consulten que las condiciones climáticas sean las adecuadas.

 Sigo en otro relato pues aquí no concluye… dije que iba a resumir y hasta acá llego hoy.

 

Viajando data

¿Cómo llegamos?	En auto por la RN 60 desde Tinogasta (500km entre ida y vuelta)
¿Dónde dormimos?	Hostal de Adobe Las Parinas Moreno 439, Tinogasta, Catamarca:  Contacto 03804547849
¿Qué hicimos?	Ruta de los Seismiles : Vistas de los Volcanes Ojos del Salado, Pissis, San Francisco, Incahuasi, y otros.
¿Dónde comimos?	Tomamos café en el Hotel Cortaderas

 Valeria