lunes, 4 de noviembre de 2019

Hielo Azul, Ojos Azules





El sonido que acompañó el momento, por un instante fue el viento, luego, se sumó un extraño silencio que existe en cada uno de nosotros cuando la naturaleza se presenta rotunda y gigantesca. De fondo, como redoblante, el estruendo que provoca la caída de alguna porción de glaciar, terminando así el concierto, para luego volver a comenzar.
A mediados de diciembre del 2006, decidimos conocer el Parque Nacional Los Glaciares, y después llegar hasta de fin del mundo, Ushuaia.






A la mañana siguiente de haber llegado a El Calafate, fuimos casi corriendo a conocer el glaciar Perito Moreno. Pero antes, como precio por alcanzar la maravilla, debimos atravesar la estepa. Ella, abraza, transforma, silencia todo tipo de sensaciones, mostrando ser la inmensidad pura y única, en colores verde ocre.

Así fue nuestro paisaje, hasta que comenzamos a acercarnos a nuestro destino, donde sin darnos cuenta, pasamos al rotundo verde del bosque.
De golpe se nos reveló el paisaje desde lo que pensamos un mirador, pero en realidad era el estacionamiento de un hotel exclusivo.
Paramos el auto, ya veíamos como el glaciar aparecía frente a nosotros a lo lejos, como una manta azul ,pero blanca, que cubría parte del escenario.


Estacionamos junto a una camioneta, la rodeamos caminando para ver bien la vista que nos ofrecía el momento. Cuando terminamos de rodearla, fuimos testigos de la siguiente escena: puerta abierta (lateral), mesa de camping, sobre la mesa un bowl con ensalada, un vasito de vino y un par de piernas que colgaban como cuando éramos chicos y no llegábamos al piso. Al acercarnos, un hombre de sesenta y pico se para, dejando su niño interno de lado y nos saluda.
Miramos juntos el glaciar. Volvimos a mirar al señor, que a esta altura tenía los ojos color azul de tanto mirarlo. Mientras llevaba el vaso de vino a su boca, volvimos a mirar al glaciar, y de golpe, comenzamos a aplaudir a ese hombre. Obviamente, supo de su protagonismo y como un grande, saludó torciendo su tronco y llevando su mano al corazón.

Él, su copa y su ensalada sin duda alguna eran libres como nadie y dueños del lugar!



Data viajera:
Las excursiones se abonan en efectivo y son caras, pero valen la pena.Recomiendo las clásicas navegaciones.
En lo personal, No estoy de acuerdo con las propuestas de trekking sobre el glaciar
Como parte del itinerario: obligación de ir a El Chaltén

Música Viajera: Lito Vitale, Ese amigo del alma















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