El sonido que acompañó el momento, por un instante fue el viento, luego, se sumó un extraño silencio que existe en cada uno de nosotros cuando la naturaleza se presenta rotunda y gigantesca. De fondo, como redoblante, el estruendo que provoca la caída de alguna porción de glaciar, terminando así el concierto, para luego volver a comenzar.
A mediados de diciembre del 2006, decidimos conocer el Parque Nacional Los Glaciares, y después llegar hasta de fin del mundo, Ushuaia.