martes, 5 de febrero de 2013

Un grito en la pared (I)


Carteles o como alguien los llamó, ‘un grito en la pared’. Letreros, señales, indicaciones, advertencias, observaciones, consejos, instrucciones, sugerencias. Los hay de formas, tamaños y colores variados. Todos buscan transmitir un mensaje, la mayoría de las veces combinando imágenes y textos. Amenazantes algunos, otros amigables y reconfortantes; los más, indiferentes... Utilitarios o sin provecho evidente. Tal vez estemos perdidos en algún sitio poco conocido, o desfallezcamos de hambre o de sed: sin dudas encontraremos el cartel salvador. Otros nos atraerán por su colorido, sus dibujos, su texto...  Aquí van algunos de los que elegimos inmortalizar. Quienes quieran sumar sus aportes pueden compartirlos enviando a nuestro mail sus imágenes y si quieren alguna referencia, comentario o anécdota relacionada con ese cartel que, por algún motivo, decidieron fotografiar.
viajandovivo@gmail.com

Villarrica, Chile

Cataratas del Iguazú, lado brasileño

Puerta de St Martin-in-the-Fields, Londres, Reino Unido

Rue Paul Saïn (artista, pintor), Avignon, Francia

Paseo Adolfo Dávila, Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires

Vidriera, Villa Carlos Paz, Provincia de Córdoba

Carnicería, Mercado de San Telmo, Ciudad de Buenos Aires

Iglesia Nuestra Señora Corredentora, La Reja, Provincia de Buenos Aires

Villarrica, Chile
Agradezco a Patricia Cela las fotos de Villarrica, Chile.

jueves, 19 de mayo de 2011

Museos de Arte: ¿Placer o Cansancio?

Visitar museos y galerías de arte parece ser, muchas veces, una escala obligatoria cuando planificamos un viaje, a pesar de que no nos interese ni una pepa el arte y no conozcamos el museo de nuestra propia ciudad. Y lo que podría ser un momento de placer se transforma en un maratón sin sentido.
Los museos suelen tener de medianas a grandes dimensiones, lo cual nos obliga a un cierto entrenamiento físico para poder sobrellevar el recorrido. pero también nos obliga a un cierto entrenamiento visual y no sólo para leer los cartelitos que indican los títulos y autores de las obras, sobre todo para quienes pasamos los 40. ¿Qué hacer? ¿Descartar la visita al museo? ¿Hacer un curso acelerado de historia del arte?
Cada uno debería sopesar si tiene interés en disfrutar/perder una tarde o, a veces, un día dentro de un museo. En la elección de una de esas dos palabras está la respuesta. Si optamos por perder todo es más sencillo: descartar la visita aun si cuando regresamos nuestros familiares y amigos nos dicen: ¿¿¿no fuiste al Louvre, al MOMA, a la National Gallery, al British Museum, etc. etc. etc.??? Ser capaces de responder sin disculparnos, sin argumentar: me fui por pocos días, cuando me di cuenta era el día en que estaba cerrado, la entrada era cara... Si luego de salir del museo sólo nos queda un gran cansancio, ¿por qué no expresar claramente que había otras cosas que nos resultaron más interesantes?
Si preferimos disfrutar, y siguiendo el razonamiento anterior ¿debemos hacer un curso acelerado de historia del arte? Mmmm.... Busquemos otras opciones: tomar la visita guiada (la mayoría de las veces autoguiada), elegir museos o galerías de dimensiones reducidas o, si se trata de los grandes museos, ir con una selección previa de obras y artistas para armar nuestro recorrido. Si hemos optado por disfrutar seguramente esto último no nos resultará tan complicado, tendremos períodos, obras y artistas preferidos o que nos generen alguna inquietud. Elijamos, entonces, nuestros 40 principales y saboreémoslos!

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¿Quiénes somos?

Los viajes, como los vinos, derraman arte y disfrute, sutiles matices que cada uno interpreta y degusta a su manera, o a su antojo. Beber co...