Hoy hablamos de pub
pero el término fue inventado en tiempos victorianos. Es una abreviatura para Public House, lugar que posee licencia
para vender bebidas alcohólicas. Según datos oficiales, sólo en Gran Bretaña
hay más de 54000.
Los orígenes de lo que llamamos pub se remonta a la colonización de las
Islas por parte del Imperio Romano. Eran lugares ubicados a lo largo de las
redes de caminos (tabernae),
donde los viajeros podían descansar y
tomar un refrigerio.
Luego que los romanos
abandonaran Britania, estas tabernas desaparecieron pero quienes llegaron
posteriormente tuvieron también afición a la bebida. Su preferida era la
cerveza, elaborada a partir de cebada malteada, agua y levadura. Durante la Edad Media hicieron su
aparición los carteles de identificación, señalando que
allí se expendía cerveza. En el siglo XIV comenzaron a tener un nombre propio.
Con el correr del tiempo este nombre podía hacer referencia a alguna persona o
estar relacionado con frases o refranes populares.
Durante el reinado de Isabel I
(1558-1603) en las ciudades existían tabernas, que eran las únicas que podían
vender vino, y cervecerías (alehouse).
La primera era un lugar de placer y ocio mientras que la segunda era un lugar
de necesidad. En las alehouses, se
refugiaban los pobres, gastando su escaso dinero, buscando consuelo a su
difícil situación. En las tabernas se daban citas las clases profesionales,
para comer, beber y relajarse. Se les ofrecía comodidad y mejor comida. La
taberna se convirtió en el lugar de moda para ser visto, y a ciudad de Londres
era famosa por sus tabernas.
En la primera mitad del siglo
XVIII se incrementó la producción de gin (traída a Inglaterra por los
holandeses luego de la
Revolución Gloriosa de 1688). Los locales de venta de gin se
expandieron ofreciendo una bebida más barata; entonces tuvo lugar la llamada Gin Craze (Fiebre del gin),
especialmente entre las clases más pobres. La ebriedad y el desenfreno
provocado por el consumo de ginebra fueron representadas por William Hogarth en sus grabados Beer Street y Gin Lane. Hacia fines del siglo XVIII,
la competencia y los cambios en la estructura social dieron lugar al ocaso de
la taberna. Las alehouses comenzaron
a imitarlas, perdieron el monopolio de la venta de vinos, los ‘gin palaces’ acapararon algunos de sus
clientes y la ebriedad no era ya aceptable en las clases medias. Las clases más
altas cambiaron las tabernas por los clubes de caballeros.
Los nombres de los pubs a menudo dan cuenta de eventos
históricos. The Royal Oak (El roble real),
se refiere a la historia de Carlos II para evitar ser capturado luego de la
derrota en la batalla de Worcester en 1651, escondiéndose en el tronco
agujereado de un roble. Las tropas de Oliver Cromwell resultaron victoriosas.
El rey Carlos II fue ejecutado el 30 de enero de 1649, fuera de Banqueting House en Whitehall.
En The Red Lion, St James’s, este
hecho es conmemorado por los clientes que se visten como caballeros y lamentan
la ejecución del rey.
En 1664-5 la
Gran Peste mató a miles de londinenses.
Luego, en 1666, ocurrió el Gran Incendio de Londres que destruyó casi toda la
ciudad. Los edificios medievales y de estilo Tudor estaban construidos en madera y el
fuego ardió sin control. Por supuesto una gran cantidad de tabernas, posadas y alehouses perecieron con el fuego. Una
sola casa, en los límites del incendio, sobrevivió y más tarde se convirtió en el
pub llamado The Hoop & Grapes. La bodega de The Olde Cheshire Cheese también sobrevivió.
La era del viaje en diligencia
está imbricada en la historia inglesa como una época de romance y leyenda, una
era dorada. Hasta hoy los grabados colgados en los pubs representan estas escenas idílicas; una diligencia y los
caballos en el exterior de una posada rústica, sus pasajeros gratificados con cerveza y
vino por un dueño rollizo y de mejillas rojas. Los pubs, aun los más nuevos, está adornados con reliquias de ese
tiempo: ollas de cobre, herraduras, linternas y látigos.